Aluminio para cerramientos
¿Por qué elegir el aluminio? En la elección del material para los cerramientos, el aluminio sobresale gracias a sus cualidades de durabilidad, versatilidad y bajo impacto medioambiental.
El aluminio dura en el tiempo más que cualquier otro material para cerramientos
El aluminio es la primera elección del sector de la construcción cuando los requisitos principales son la durabilidad y un bajo mantenimiento. Se trata de un material con una alta capacidad de resistencia frente a los agentes atmosféricos como moho, hongos y bacterias, pero también frente a la corrosión y al óxido. La durabilidad de los marcos de aluminio está determinada por los acabados superficiales como la oxidación anódica o la pintura, que reducen en gran medida el impacto de los agentes externos y la necesidad de mantenimiento ordinario.
Estudios de sector han certificado la extrema adaptabilidad del aluminio aun en ambientes caracterizados por condiciones atmosféricas sumamente agresivas, como aquellas industriales y marinas:
- Contaminación urbana: el monóxido y el dióxido de carbono tienen muy poco impacto en el aluminio.
- Contaminación industrial: el amoníaco, el dióxido de azufre y el ácido clorhídrico tienen efectos limitados en el aluminio y se reducen con el tiempo.
- Ambiente marino: la salinidad no consigue atacar eficazmente el aluminio, por ejemplo en los cerramientos en zonas costeras.
El aluminio es un material perfecto de diseño
El aluminio puede plasmarse virtualmente en cualquier forma, lo que hace de él el material ideal para arquitectos y diseñadores. Por este motivo, el aluminio se presta bien para edificios con arquitectura moderna, cada vez más orientados hacia el diseño minimalista compatible con grandes aperturas.
El aluminio es la alternativa ecológica del mundo de los cerramientos
La carpintería en aluminio es una solución ecológica bajo cualquier punto de vista. La producción de este metal se vale del reciclaje aplicado a gran escala, que reduce en gran medida el CO2 liberado al ambiente y ahorra el 95 % de la energía necesaria para la producción de aluminio nuevo. El aluminio reciclado se obtiene sobre todo de los medios de transporte, del sector de la construcción y de los embalajes, pero también de productos no comercializados como por ejemplo productos defectuosos o descartes de producción.
También la calidad energética de un edificio mejora gracias a la carpintería de aluminio, cuando se acopla con herrajes y componentes de alta calidad. El aluminio es ecológico incluso en los desafortunados casos de incendio, puesto que no libera sustancias contaminantes.